Nuestra televisión había intentado hacer espacios de suspenso, donde se uniera lo esotérico con esa corriente que va MÁS ALLÁ DE LA COMPRENSIÓN, injertando toda clase de violencia, misterio, terror... pero poco - o nada - se había logrado. Los canales Cuatro (Venevisión) y Dos (RCTV) incursionaron en especiales y mini-series en este tipo de programa, pero sin resultados positivos.

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Esas historias de Polanski, "El Hijo de Rosemary"; de Steven Spillberg, "Poltergaits"; de William Cista o las creadas por Brian de Palma: "Carrie" y "Vestida para Matar" o el terror de "El Resplandor", o el de "Psycho 11", no se habían logrado en nuestra pantalla chica. No se habían logrado hasta que un talentoso, creativo, inquisitivo y atrevido hombre, que debuta aquí como excelente - distinto - productor-director, ROBERT ALONSO, nos llevó - como quiso - a un mundo desconocido.

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Esto sucedió el pasado domingo en el Canal 8 con el espacio "Más Allá de la Comprensión". Y desde ese instante hay que separar el antes y el después de ALONSO en la creación de un estilo en nuestra televisión.

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El grito, el sonido usado de forma única, el ritmo - movimiento - de la cámara, el lente terriblemente inquisitivo que llega al espasmo emocional, conjugado con una ambientación acertadísima, nos lanza a ese mundo de "thriller", jamás logrado en nuestra televisión.

La imaginación de ese nuevo valor - al menos desconocido por nosotros - lo sitúa en un lugar aparte entre nuestros creadores.

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Alonso, dando clase y mostrando su originalidad y dominio, entra y se apodera del suspenso, hace saltar, vibrar el sonido que extrae de otros planos y juega terríficamente con la cámara, como con nuestras emociones. Es una forma distinta de hacer televisión con un trabajo revolucionario que entra en todas nuestras raíces de supersticiones, creencias, ancestro y salta hacia el futuro de otros campos.

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Y como nacía un Polanski - un de Palma - un Spilberg o un Friedking, se celebró por todo lo alto, con Cristos sangrantes, ceibas que ampara como dioses mitológicos, con reencarnaciones, con toda la gama de ese mundo de misterio que aprisiona y domina.

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Quizás, en este piloto, estreno de "Más Allá de la Comprensión", exista una pequeña falla, un error que puede subsanarse, el de repetir constantemente - por medio de los animadores - los segmentos, situaciones que se presentan dentro del espacio.

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Pero todo, en el debut de Alonso, ha sido acierto. La música, la fotografía, los efectos de sonido, la cámara... la producción en sí. Un espacio que se hará popular, aunque pensamos que está mal ubicado en el horario de las nueve de la noche. A esa hora hay niños fernte a los televisores que se aterran con ese plato fuerte que nos da este "Polanski" encendido por el calor del trópico.

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Manuel Juan Carvajal,

Sábado 9 de junio de 1984